Cuzco, el Corazón del Imperio Inca

Reino de Perú
                                       Plano de la Ciudad de Cusco

Cuzco, que en lengua quechua significa el “ombligo del mundo” [cuzco, cusco, kosko: ombligo, centro], ciudad arrasada por los ataques chancas, pueblos confederados muy belicosos, derrotados por el inca Pachacuti [Pachacútec], que no pudo evitar su destrucción, pero si acometer su reconstrucción, refundándola y dotándola de una nueva ordenación que la convertiría en cabeza de un Imperio, Tawantinsuyu, “las cuatro partes del mundo” [tawa: cuatro; suyu: regiones], dando inicio a una nueva era en su cronología, que arranca en el año 1430 del calendario occidental.   

Centro político, religioso y económico del Imperio Inca, Cuzco adquirió una fuerte simbología que asociaba a sus reyes con Inti, el Sol, dios supremo que se habría aparecido a Pachacútec en persona para transmitirle que los incas eran sus descendientes y que a él, por tanto, debían consagrar la ciudad.

El Inca Pachacútec
                       Pachacútec

El Coricancha [cancha: recinto], templo o casa del Sol, era el más importante de todos los templos incas, centro neurálgico del que partían los ceques, líneas imaginarias que dividían el mundo conocido en los cuatro suyu y que lo enlazaban con otros templos y lugares de culto menores a lo largo y ancho de sus dominios. Los ceques conformaban una especie de calendario virtual que marcaba el paso de las estaciones, solsticios y equinoccios; que predecía las condiciones climatológicas; que determinaba, en definitiva, las épocas de siembra y de recolección. De especial trascendencia era la fiesta en honor de Inti Raimi, el Sol, que se celebraba durante el solsticio de Junio.

Un sistema de líneas imaginarias
                                                Sistema de Ceques

Los ceques, pues, permitían la comunión entre la Tierra [Pachamama], el Sol y los astros, y los dioses, que se materializaba en las cosechas. Los templos, sobre todo los relacionados con festividades del calendario agrícola, cobraron gran importancia, caso de Puca Pucará [La Fortaleza Roja], o Kenko [El Laberinto], ambos en la ruta que conducía al Valle Sagrado, que atravesaba enclaves tan destacados como Ollantaytambo o Pisac, que aunaban zonas de cultivo, áreas de habitación, palacios y fortalezas defensivas, que aseguraban la protección de sus habitantes frente a la amenaza venida de Oriente.

Panorámica del Valle Sagrado
                             Valle Sagrado de los Incas

En el camino de Vilcabamba se erige majestuoso Machu Picchu, complejo religioso y de almacenamiento, posible residencia de Pachacútec, que acogía a Intiwatana [wata: cuerda], piedra sagrada donde se sujetaba al Sol”, para que el astro retornase tras haber dejado a la Tierra sumida en la oscuridad de la noche.

Mapa de Machu Pikchu
                     Localización de Machu Pikchu. Mapa de Harry Singer, 1870

En la lengua quechua del Sur [machu pikchu], Machu Picchu significa “Montaña Vieja”, nombre con el que se designó a este antiguo poblado andino [llaqta] que fue construido a mediados del siglo XV sobre una elevación rocosa que, en la ladera oriental de la Cordillera Central, une las montañas Mahu Picchu y Huayna Pichu, a una altitud de 2.490 metros sobre el nivel del mar.

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                                             Vista aérea de Machu Picchu

Es muy probable que Machu Picchu fuese utilizado como lugar de culto y complejo palacial a un tiempo, sin embargo, diversos autores, como Lumbreras y Kauffman, si se han puesto de acuerdo en descartar su naturaleza defensiva, dada la altura de sus muros, y muy especialmente, la ausencia de guerreros entre sus habitantes, según Lumbreras. Denominarla, por tanto, fortaleza o ciudadela no tendría razón de ser.

Deidades Incas
                Inti Raimi, Dios Sol

Por el contrario, estructuras como la mencionada Intiwatana, el Templo del Sol y la Habitación de las Tres Ventanas, todas dedicadas a Inti, estaban posicionadas para facilitar la observación de las estrellas.

Grupos andinos no selváticos procedentes de Vilacamba y del Valle Sagrado, en Cuzco, ocuparon la quebrada de Picchu, región ubicada entre la selva amazónica y los Andes, con el objeto de ampliar sus zonas de cultivo. De acuerdo con los restos arqueológicos, sus habitantes ya practicaban técnicas agrícolas desde el año 760 a.C. Ya en el 900 de nuestra era, grupos de población posiblemente pertenecientes a la etnia Tampu, procedente del Urubamba, protagonizan un aumento de la demografía. Aunque no se han encontrado fuentes escritas al respecto, quizás formaron parte de la Federación Ayarmaca, que aglutinaba a diferentes pueblos, contrarios a los primeros incas de Cuzco.

De acuerdo con autores como Valencia y Gibaja, no hay rastros que evidencien la construcción de edificios antes del siglo XV, si bien para esa fecha, la ampliación considerable de las tierras de cultivo ya se había producido.

Agricultura inca
     Terrazas de cultivo o andenes, Valle Sagrado

En el año 1440, en los inicios de la época incaica, que transcurre entre 1438 y 1534, Pachacútec – primer inca del Tawantinsuyu – conquista la quebrada de Picchu en la campaña militar que se desplaza hacia Vilacamba. Impresionado, quizás, por la belleza del entorno, el caudillo inca habría ordenado la construcción de un lujoso complejo civil y religioso en 1450, aproximadamente, cuestión ésta que sigue siendo motivo de discusión entre los especialistas. Así, para el investigador peruano Juan Valdivia Carrasco, habría sido el inca Wiraqocha el responsable de su edificación, entre 1380 y 1400.

La población de Machu Picchu era de naturaleza itinerante, su número variaba entre 300 y 1000 pobladores, incluyendo a las élites formadas por miembros de la Panaca de Pachacútec y por las acllas. Las Panacas, o ayllus imperiales, eran las familias de los gobernantes incas registrados en la Cápac, la cuna [lista] de los poderosos. Se estima que desde la iniciada por Manco Cápac hasta la de Huayna Cápac, once fueron las panacas.

Las acllas, muchachas escogidas desde temprana edad, eran educadas para el servicio al culto solar, la fabricación de textiles, y en última instancia, para ser ofrecidas como esposas a nobles o a guerreros.

Muchachas Incas del Culto Solar
                                                        Acllas

La mano de obra agrícola la componían mitimaes [mitmaqkuna], colonos procedentes de todos los rincones del Imperio, tanto del Norte de Perú como del Altiplano de Bolivia, llevados allí por la fuerza, la gran mayoría. La producción agrícola fomentó la creación de centros administrativos, y sus excedentes llegaron a alcanzar cotas del 90%, que se habrían repartido por todo el Valle Sagrado hasta llegar a Cuzco, según las conclusiones de Ann Kendall y sus colaboradores en el Proyecto Cusichaca [Cusichaca Trust], gracias a una red de caminos que nada se corresponde con la idea de una ciudad aislada.

A la muerte del monarca Pachacútec, tal y como marcaba la tradición inca, su patrimonio pasó a manos de su panaca, de las rentas producidas, se le rendiría culto, tradición que se habría mantenido durante los reinados de Túpac Yupanqui [1470 – 1993] y Huayna Cápac [1493 – 1529].

[TUPAC+INCA+YUPANQUI.jpg]
      Tupac Yupanqui

Sobre su declive, encontramos opiniones enfrentadas. Para unos, la ciudad fue abandonada sin razón aparente y tres son las posibilidades que se barajan:

  • Un nuevo sendero entre Vilcabamba y Ollantaytambo que la dejara fuera de las rutas comerciales.
  • Una epidemia que habría diezmado a la población.
  • El corte de suministro como consecuencia de la guerra civil entre los hermanos Atahualpa y Huascar.

Para este grupo de opinión, el abandono de sus instalaciones se habría producido antes de la llegada de los españoles a los Andes, y la ciudad habría caído en el olvido durante cuatro siglos, “invadida” por el avance inexorable de la vegetación.

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       Huayna Cápac

Otra corriente, aduce, igualmente, la guerra civil pero en combinación con la llegada a Cuzco de los españoles, con Pizarro al frente, en 1534. Circunstancia que habría sido aprovechada por los mitimaes para retornar a su tierra natal. La resistencia liderada por Manco Inca en 1536 habría trasladado la corte a Vilcabamba, arrastrando a los nobles, también.

Machu Picchu tuvo que haber seguido estando habitada si hacemos caso a su consideración de “población tributaria de la encomienda española de Ollantaytambo”.

Encomiendas en las Colonias
                            Encomienda

La encomienda consistía en la asignación, por parte de la corona, de nativos a un súbdito español, encomendero, en compensación por los servicios prestados, que debía de hacerse responsable de los mismos y de evangelizarlos, y que se beneficiaba de los rendimientos del trabajo que aquéllos realizaban.

Si bien es cierto que en el momento de su aparición en la Edad Media, la figura de la encomienda estaba fuera de toda regulación jurídica que impidiera los abusos, se hizo un primer intento con las Leyes de Burgos en 1512. La regulación definitiva, llegaría con las Leyes Nuevas, promulgadas en Barcelona en 1542, que ordenaron, entre otras, la creación de un Consejo de Indias, la prohibición de la esclavitud de los nativos, la moderación en los repartos y la prohibición de conceder encomiendas nuevas. Regularon, además, el establecimiento de nuevos asentamientos coloniales en nuevas tierras, y los tributos y servicios que los nativos habían de pagar como súbditos del rey.

Las Encomiendas
                         Leyes Nuevas de 1542

Parece ser que, hasta finales del siglo XVI, varios son los documentos en los que se aduce a “Piocho”, “Piccho”, términos que sólo podrían coincidir con Picchu. Aunque las zonas adyacentes siguieron utilizándose con fines agrícolas, la urbe como tal, “desapareció” bajo un manto verde, como ya hemos comentado.

Redescubridor de Machu Picchu
Hiram Bingham

Hasta 1911, y por intereses diversos, la zona fue visitada con frecuencia, se habla de naturalistas, empresarios de la minería, y arrendatarios de tierras. En ese mismo año, gracias a las informaciones de aquéllos que le precedieron, un profesor norteamericano de Historia, Hiram Bingham, llega a Machu Picchu el 24 de Julio, con la sorpresa de encontrar allí a dos familias que cultivaban las tierras y que se abastecían de agua procedente de un canal inca que todavía funcionaba.

Panorámica de Machu Pikchu
                                                        Machu Pikchu en 1912

 

MACHU PICCHU.MAPA BERNS
                     Mapa de la Expedición de Bingham, 1912

Bingham no descubrió Machu Picchu, la recuperó para el mundo. Su mayor mérito fue conseguir despertar el interés del Gobierno de Perú, de la Universidad de Yale y de The National Geographic Society, que propició el inicio de las excavaciones, desde 1912 a 1915, y su posterior catalogación como una de las Siete Maravillas del Mundo. La revista National Geographic le dedicó en 1913 portada y reportaje. Pero sin las referencias de su compatriota Albert Giesecke, rector de la Universidad de San Antonio Abad, en Cuzco, Bingham no habría podido llevar a cabo sus expediciones. Giesecke le puso en contacto con Melchor Arteaga, un campesino que haría de guía, llevándole hasta la ciudad “perdida” un 24 de Julio de 1911. Las referencias cartográficas que mostraban su situación se remontan al siglo XIX, y como mención, la ciudad aparecía en los escritos de Diego Rodríguez de Figueroa allá por 1565, refiriéndose a ella como ‘Pijchu’. Si bien los historiadores autóctonos no se ponen de acuerdo sobre el papel protagonizado por Auguste Berns, un aventurero alemán, del que se dice haber saqueado sus tesoros con el consentimiento gubernamental. De 1870 en adelante se conservan varios mapas, como el elaborado por Harry Singer para acceder a los recursos mineros de la zona, que precede a estas líneas.

Desde 2011, el conjunto de piezas recuperado, que consta de más de 46.000 unidades, está retornando poco a poco a Perú. Así mismo, en 1981 se estableció una Zona de Protección Ecológica alrededor de las ruinas, que incluía un plan de desarrollo sostenible para la zona, y la inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad [UNESCO] en 1983.

Cuzco
                         Portada de National Geographic Magazine, Abril de 1913

Bibliografía y recursos web:

“América Latina. De los Orígenes a la Independencia. Vol. I: América Precolombina, la Consolidación del espacio Colonial”, GARAVAGLIA, Juan Carlos; MARCHENA, Juan. Editorial Crítica, Barcelona, 2005.

http://www.andes-amazonia.com/lightbox_images/cuzco3.jpg

http://cronicasdeperu.blogspot.com.es

http://www.claseshistoria.com

www.educared.org

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http://www.cusichaca.org

en.wikipedia.org

oscarvegafotografia.files.wordpress.com

 

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