El Incendio de Notre Dame de París

“Deambulando por las calles, nos encontramos con la Catedral de Notre Dame. Siempre recordaré la primera impresión que me produjo su interior. La elevada bóveda de arco sobre mi cabeza y la tenue luz que penetraba las vidrieras. Todo estaba en silencio, solemne y religioso”

Bayard Taylor, poeta y diplomático estadounidense (1825 – 1878)

Hacia las siete de la tarde del día 15 de Abril, un pavoroso incendio se desató sobre la bóveda de la Catedral de Notre Dame. Las llamas, que tuvieron su origen, al parecer, en las obras de restauración del templo que se estaba llevando a cabo, consumieron la bóveda del edificio, construida en madera en su mayor parte, y provocaron el desplome del tejado del ábside y la aguja. La Fiscalía francesa ya ha iniciado una investigación. ¿Negligencia? ¿Atentado? Todas las hipótesis están abiertas, máxime cuando en los últimos meses numerosos edificios religiosos del país vecino han sido atacados y su patrimonio parcialmente destruido. Parece ser, por otra parte, que un informe del año 1991 ya alertaba del mal estado del encofrado de madera. Con independencia de las causas, que aún están por determinar, se ha conseguido salvaguardar la estructura principal, aunque dos terceras partes del techo han sucumbido al incendio. Ya se ha anunciado ayudas económicas, que llegarán tanto desde el ámbito público como desde el privado, si bien los daños que afectan a los elementos originales es irreparable. Según José Luis Corral, experto en Notre Dame, es aún demasiado pronto para conocer el alcance real del siniestro. Tan dañino como el fuego puede haber resultado el agua empleada en su extinción, absorbida por la sillería de naturaleza caliza que fue empleada en su construcción, y llevará bastante tiempo que la estructura recupere los niveles de humedad anteriores al incendio. Pero, en su opinión, la restauración completa podría llevar entre veinte y veinticinco años de trabajos. En los mismos términos se ha manifestado José Manuel Álvarez, arquitecto responsable de la Catedral de Burgos.

La historia de Nuestra Señora de París se inicia en 1163 cuando, por iniciativa episcopal, se dio comienzo a las obras de construcción sobre un templo de estructura merovingia, que finalizaron hacia 1345. La fachada, coronada por dos torres simétricas; el interior, dividido en tres naves mediante filas de columnas de fuste cilíndrico rematadas por capiteles decorados con la representación de elementos florales autóctonos. Sus naves laterales, de menor altura, se ven enlazadas por un deambulatorio con capillas radiales. La nave central, de tres pisos, cubierta por bóvedas sexpartitas. Los altares antiguos, el mobiliario litúrgico y los monumentos funerarios fueron destruidos durante los días de la Revolución Francesa, al tiempo que relieves y estatuas de la fachada sufrieron un gran deterioro. Escenas como la Dormición o Tránsito y la Coronación de la Virgen María, y el Juicio Final, se ven representadas en los tímpanos de las puertas. En el siglo XIX, los importantes trabajos de restauración dirigidos por Lassus y Violet – le Duc le dieron el aspecto que hemos conocido hasta ahora.

Notre Dame ha sido escenario de nupcias, coronaciones, funerales y hasta de suicidios. Testigo silente de varios siglos de la Historia de Europa, aunque sus mayores heridas las sufriera desde Época Contemporánea bajo la Revolución Francesa, como ya hemos comentado, y durante las dos Guerras Mundiales. Protagonista de obras de la Literatura de maestros como Víctor Hugo y de numerosas películas y documentales. Símbolo, no sólo, de la Cristiandad, sino, además, de los valores de la Cultura Occidental. Notre Dame es parte de todos nosotros.

Reseña bibliográfica:

  • Diccionario Enciclopédico Espasa, vol. 22, Editorial Espasa – Calpe, Madrid 1992

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El Nacimiento del Español

Nacimiento del Español
                                       Ñ, símbolo del Español

Muchos de vosotros os habréis preguntado alguna vez cuántos idiomas se habla en el mundo. Entre lenguas, propiamente dichas, y dialectos, se calcula que más de seis mil. Si reflexionamos por un momento sobre el volumen de lenguas diferentes que tal cifra representa, nos daremos cuenta de inmediato de la importancia y la grandeza del Español, un idioma que es el segundo más hablado y estudiado en todo el globo, el tercero, ya, en cuanto a su uso en la red. Más de cuatrocientos millones lo hablan sólo en Hispanoamérica, y la cifra total alcanza los quinientos millones.

Para los que nos dedicamos a escribir en blogs, o en cualquier medio de alcance internacional, gracias a Internet, básicamente, es toda una suerte poder expresarnos en un idioma que nos posibilita comunicarnos e interactuar con nuestros hermanos americanos, y con habitantes de otras latitudes, sin tener que recurrir al Inglés o a otra lengua foránea. Si en época romana el dominio del Latín era una especie de visado cultural, que permitía a los ciudadanos de entonces moverse libremente a lo largo y ancho del Imperio, lo mismo viene ocurriendo con el Español desde hace cinco siglos. Y es que en muchas partes del mundo se habla nuestra lengua.

Nacimiento del Español
                                                          Hablamos Español

Para este 23 de Abril, Día del Libro y, sobre todo, Día del Idioma Español, hemos querido dedicar un artículo al proceso de su nacimiento, cuyo contenido ha sido firmado por el escritor zamorano y catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, D. Amando de Miguel Rodríguez, autor de más de cien obras, entre las que destacan “Se Habla Español“, “Sancho Panza Lee el Quijote” y “La Lengua Viva: Polémicas Apasionadas sobre el Idioma Español“.

En “Nuestra Lengua”, así se titula el artículo publicado el pasado día 13 de este mismo mes en un medio de información digital, y que reproducimos íntegramente a continuación, de Miguel repasa de forma amena y escueta las transformaciones sufridas por el Latín en tierra vasca hasta llegar a convertirse hoy en día en el idioma común de tantos millones de personas en todo el orbe, el Español. Al tiempo que plantea reivindicaciones argumentadas. Esperando que sea de vuestro agrado, os dejamos ya con su lectura.

NUESTRA LENGUA

Amando de Miguel Rodríguez

13 de Abril de 2017

La capacidad de hablar no es natural; no digamos la de escribir. Son habilidades que la especie humana adquirió penosamente tras muchos milenios de evolución. Si hubieran sido capacidades congénitas, en el mundo no habría ahora más de 6.000 lenguas, sino unas pocas. Fracasó varias veces la utopía de una lengua única.

Las capacidades de hablar y escribir derivan en una lengua cuando se acompañan de una verdadera gramática, esto es, de un sistema sintáctico, aunque no se halle formalizado. La lengua para sus hablantes es propiamente el idioma, es decir, literalmente “nuestra lengua”. No aprendemos y utilizamos el idioma solo para comunicarnos, sino para distinguirnos de los que no lo entienden, los bárbaros, etimológicamente los que parece que balbucean al hablar.

La lenguas se convierten en dominantes cuando compiten ventajosamente con otras y se expanden. “La lengua fue siempre compañera del Imperio”, escribió Nebrija en 1492. No se refería al incipiente Imperio Español sino al Romano. El latín acabó con cientos o miles de lenguas indígenas dentro de los límites del Imperio. De las primitivas lenguas ibéricas solo subsistió el vascuence (que ahora llaman euskera); nadie sabe por qué.

El latín se desmembró conforme se fue disolviendo el Imperio. De ese bajo latín se derivaron lentamente las lenguas romances, desde el rumano al portugués. En Hispania el último romance en aparecer fue el castellano, que logró arrinconar al leonés y al aragonés. La explicación está en que los castellanos surgieron como una cuña muy aguerrida que se hizo con la tarea primordial de dar fin a la Reconquista. Ese ímpetu supuso alejarse del latín más que los otros romances y adquirir muchas palabras arábigas. El castellano se convirtió en español al extenderse por una veintena de países. Solo el inglés ha conseguido una difusión más amplia gracias un doble imperio, el británico y el estadounidense. Para nosotros lo decisivo es esto: la lengua española es hoy la única en la que se pueden entender (y no entender) todos los habitantes de España y de Hispanoamérica. Se incluyen los hispanos o latinos de los Estados Unidos. El conjunto representa unos 500 millones de personas.

La cuña castellana surgió en el cuadrilátero que forman las actuales provincias de Vizcaya, Álava, La Rioja y Burgos. Es sabido que en esa zona se hablaba vascuence. Por eso se ha dicho que el primitivo castellano es realmente el latín hablado por los vascos. En efecto, tanto el vascuence como el castellano se distinguen por una fonética clara, con solo cinco vocales, y algunos sonidos fuertes (la jota, la erre doble, la che).

Una explicación para el mayor ímpetu guerrero de los castellanos y su primacía en la Reconquista es que sus instituciones se alejaron del feudalismo. Se consiguió así una relativa igualdad entre la población hidalga. Sus reyes no se coronaron nunca, sino que juraban los fueros o leyes fundamentales. Todavía sigue vigente esa tradición en la Monarquía española.

Lo que hoy nos concierne es la paradoja de que dentro de España algunos nacionalistas de otras lenguas intenten que el castellano pierda vigencia en sus respectivas regiones, cuando la gana por ahí fuera. No es solo que aumente el número de castellanohablantes en el mundo; lo fundamental es que se expande el núcleo de los que lo aprenden sin tenerlo como lengua materna. La simplicidad fonética (otra vez las cinco vocales) hace que los estudiantes progresen de forma satisfactoria, por lo menos para un nivel elemental. Al revés, a los castellanoparlantes les cuesta mucho aprender otras lenguas con más vocales, que son casi todas las dominantes en el mundo.

Ya se ha dicho muchas veces, pero habrá que insistir. Las lenguas no son propias de comunidades políticas, de territorios, sino de sus hablantes. Si se reconociera ese principio elemental nos evitaríamos muchas luchas lingüísticas, que suelen ser muy enconadas. De ahí que no convenga declarar oficial una lengua en un territorio, como tampoco debe hacerse con una religión. Claro que lo que yo diga no va a misa.

  • Referencias bibliográficas:

libertaddigital.com

muyinteresante.es

Amando de Miguel

  • Imágenes:

lachachara.org

yjrivas.files.wordpress.com

elespanol.com