La Noche de las Hogueras: Guy Fawkes y la Conspiración de la Pólvora

La llegada del Solsticio de Verano, como es tradición en muchos países y en el nuestro, marca una serie de celebraciones que se vienen sucediendo desde tiempo casi inmemorial en torno al Fuego, ese elemento tan místico y sobrenatural para muchos, que resultó determinante en la evolución de la Humanidad en sus primeros albores.

Símbolo de regeneración mediante la destrucción – que en los campos, por ejemplo, aseguraba la continuidad de las cosechas – y que las culturas egipcia y precolombinas creían que emanaba directamente del Sol, el Fuego está presente en todas las religiones, corrientes filosóficas, tendencias esotéricas y estudios astrológicos como un elemento de protección frente al mal.

En el artículo de hoy el Fuego tiene un papel secundario, pero no por ello menos importante, como es el de rememorar cada año unos acontecimientos ocurridos en la Inglaterra de inicios del siglo XVII y que son parte inseparable de su historia, el relato de unos hombres que urdieron un plan para asesinar al rey con el único objetivo de traer a su país de vuelta al orbe católico.

LA CONSPIRACION DE LA POLVORA DE 1605

Remember, remember, the 5th of November; gunpowder, treason and plot; I see no reason why gunpowder treason, should ever be forgot”

“Recuerda, recuerda el Cinco de Noviembre; pólvora, felonía y conspiración; no veo por qué razón debería olvidarse la traición”

En el año 1605, hartos de la persecución protestante, que se había intensificado tras la muerte de la reina Isabel I, un grupo de católicos descontentos con el dominio de ese credo ideó un plan para asesinar al rey Jacobo I de Inglaterra e Irlanda y VI de Escocia, consistente en volar por los aires el Parlamento [House of Lords] en la sesión que el monarca en persona había de inagurar, con la intención de acabar con los ataques de que eran objeto y restaurar el Catolicismo.

Y para ello encargaron a Guy Fawkes, uno de los conspiradores, la tarea de prender los 36 barriles repletos de pólvora que, ocultos en su sótano, reventarían el edificio y sepultarían a todos los allí presentes.

LOS ANTECEDENTES

De Irlanda e Inglaterra, VI de Escocia
           Jacobo I de Inglaterra

Cuando Jacobo es proclamado rey en 1603, Inglaterra es ya un país protestante desde hace décadas, donde el monarca es la cabeza de la Iglesia y no reconoce, por tanto, la autoridad del Papa de Roma ni le presta lealtad. Tras la muerte de Isabel, la tensión entre católicos y protestantes se acentúa: los primeros son obligados a asistir a los oficios protestantes bajo amenaza de recusación y multa económica, la misa católica se imparte en secreto en edificios privados.

Las perspectivas son esperanzadoras, Jacobo hijo de la reina María Estuardo de Escocia, y casado con una católica, promueve reformas, aboliendo, incluso, las multas por recusación. Pero dos años más tarde, en 1605, aconsejado por Sir Robert Cecil, su ministro y jefe de espías, cede a las exigencias de extremistas protestantes, como los puritanos, y se pena nuevamente a aquéllos que aún practican el culto católico.

Los más descontentos, apoyados por los monarquías católicas europeas, verán frustrados dos intentos de cambiar el curso de los acontecimientos. Pero no serán los únicos: un tercer plan se empieza a gestar en una posada de Londres a la que cinco hombres llegan para reunirse en secreto. La Conspiración de la Pólvora está en marcha.

LOS CONSPIRADORES

Unattributed engraving of Guy Fawkes and fellow conspirators of the Gunpowder Plot, 1605
Grabado anónimo de Guy Fawkes y de sus compañeros de conspiración, Archivo Pictórico Mary Evans

¿Quiénes fueron los conspiradores? Sabemos que a Guy Fawkes se le asignó iniciar la detonación, y de Robert Catesby se dijo que era el ideólogo de la trama. Del resto, a excepción de Thomas Wintour, que se habría dedicado a reclutar adeptos a la causa, sólo conocemos su necesaria colaboración, no así el papel que habrían de desempeñar. Eran los hermanos Robert y Thomas Wintour y Christopher y John Wright, Thomas Percy, Francis Tresham – cuñado de Lord Monteagle – , Everard Digby, Ambrose Rookwood, Thomas Bates, Robert Keyes, Hugh Owen y John Grant.

LA TRAMA

Monochrome engraving of Robert Catesby
 Robert Catesby, National      Portrait Gallery de Londres

Robert Catesby, un caballero de posición acomodada, hijo de familia católica y descendiente directo de Sir William Catesby, allegado consejero de Ricardo III, junto con Guy Fawkes y otros tres conspiradores, trazaron un plan para acabar con el monarca y elevar al trono a su hija, Isabel, de esta forma, Inglaterra regresaría al catolicismo.

Se las ingeniaron para alquilar un cubículo en el sótano, una bodega que quedaba justo debajo de los asientos que los asistentes a la sesión habían de ocupar, y en la que Fawkes, haciéndose pasar por el sirviente John Johnson, iría almacenando los barriles de pólvora que llevarían tanto a los lores como al monarca a una muerte certera.

GUY FAWKES

File:Guy Fawkes by Cruikshank.jpg
Guy Fawkes. Ilustración de George Cruikshank para la novela de William Harrison Ainsworth en 1840

Hijo de padres protestantes, Fawkes había nacido en York en 1570. Sus convicciones cambiarían años más tarde y por circunstancias familiares: si bien sus abuelos maternos ya eran católicos recusados que rechazaron abrazar el Protestantismo, la muerte de su padre a los ocho años de edad y el matrimonio posterior en segundas nupcias entre su madre y un católico resultarían determinantes.

El joven Fawkes empleó la herencia de su padre en viajar por Europa para luchar en el bando español, católico, contra las tropas holandesas, protestantes, en la Guerra de los Ochenta Años. Tenía 21 años de edad. En 1603 se recomendó su ascenso a capitán. Ese mismo año viajó a España para solicitar de Felipe III el apoyo necesario para llevar a cabo la rebelión contra Jacobo, petición que Felipe rechazó pese a su enemistad con Inglaterra.

Las fuentes históricas le describen como una persona leal, vivaz y agradable, de gran resistencia física, inteligente y muy capaz en cuestiones bélicas, un hombre de acción. Tal fama le convertiría, quizás, en el candidato perfecto para los conspiradores. El primer acercamiento se produjo mientras Fawkes aún luchaba en Flandes en el bando español, por parte de Thomas Wintour, quien le pidió que se uniera a la causa.

Por su gran experiencia con explosivos, se encargaría de montarlos y hacerlos estallar. Un plan magistralmente trazado y preparado a lo largo de año y medio no podía menos que augurar un éxito demoledor, pensaron sus perpetradores. Sin embargo, en la noche del 5 de Noviembre de 1605, el sueño se vino abajo en cuestión de horas.

LA CARTA A LORD MONTEAGLE

Retrato de Lord Monteagle, John de Critz, El Viejo (1615)
Lord Monteagle, John de Critz, El Viejo (1615)

Apenas dos semanas antes, cuando todo estaba ultimado y repasado una y otra vez, una carta anónima fue entregada a William Parker, Lord Monteagle, el 26 de Octubre, en la que claramente se le advertía que no asistiese al Parlamento en la fecha indicada, el 5 de Noviembre, ante el riesgo de correr un grave peligro. Monteagle le mostró la carta al ministro, Robert Cecil, quien ordenó registrar el edificio: Guy Fawkes fue descubierto y capturado.

Lord Monteagle
 La carta enviada a Lord Monteagle      previniéndole

Pero, ¿quién era Lord Monteagle? Nacido en 1575, antes de convertirse en Lord, William Parker se casó con Elizabeth Tresham, hermana de uno de los integrantes de la trama, Francis. Monteagle, católico, ya había estado implicado en el intento de derrocar a Isabel I en 1601, evitando su ejecución pero no una multa de 8.000 libras de la época.

Robert Cecil, 1st Earl of Salisbury by John De Critz the Elder (2).jpg
Robert Cecil, Duque de Salisbury, John de Critz, El Viejo (1602)

EL ARRESTO

Tras el registro de las dependencias, Fawkes fue encontrado y hecho prisionero en la madrugada del 4 al 5 de Noviembre. Estaba ataviado para una rápida huida, con espuelas en las botas para azuzar a su montura. Le condujeron a la Torre de Londres, y allí le sometieron a dos días de intensa tortura mediante el potro y otros elementos, al cabo de los cuales confesó todo. Como la tortura estaba prohibida en teoría, se solicitó permiso expreso al rey, que se confesó admirado por la “determinación romana de Fawkes”.

Guy Fawkes, Henry Perronet Briggs.jpg
El descubrimiento de la Conspiración de la Pólvora y el arresto de Guy Fawkes,   Henry Perronet Briggs (1793–1844)

El resto de conspiradores tuvo tiempo de poner pies en polvorosa, e intentaron instigar el levantamiento, pero fue inútil. Se atrincheraron en Holbeche House, Staffordshire, y allí Catesby y otros cayeron en los tiroteos con los hombres del rey. Los supervivientes fueron capturados y llevados de vuelta a Londres para ser juzgados.

TORTURA, CONFESION, EJECUCION

Confesión
               Documento de Confesión

 

La Conspiración de la Pólvora
Firma como Guido la primera sus confesiones, bajo los efectos de la tortura

Guy Fawkes firmó dos confesiones que contrastaban bastante entre si, la primera, tras ser torturado, como refleja su firma, débil y temblorosa, propia de quien a duras penas podía sostener una pluma; la segunda, ocho días después, mostrando ya un pulso más firme.

Semanas más tarde, el resto de los conspiradores y muchas otras personas fueron interrogadas. Las ejecuciones se llevaron a cabo entre los días 30 y 31 de Enero de 1606. A Fawkes y a otros siete implicados se les condenó a la tradicional “muerte del traidor”, es decir, a ser colgado, ahogado y descuartizado aún con vida. Para evitar ésto último, Fawkes saltó del cadalso para romperse él mismo el cuello. Su cuerpo fue descuartizado y sus restos enviados a “las cuatro esquinas del reino” para que sirvieran como escarnio.

Execution of Guy Fawkes and associates, from Verratheren in England, 1606
                                                        La ejecución de Guy Fawkes

Tres implicados más fueron igualmente ejecutados en los meses siguientes. Los cadáveres de los caídos en Holbeche House fueron exhumados y decapitados públicamente.

CONSECUENCIAS, LUCES Y SOMBRAS

Las consecuencias fueron inmediatas. Los católicos perdieron sus derechos civiles y habrían de esperar dos siglos para poder recuperarlos: se les privó de su derecho al voto y su participación en la vida pública fue restringida. Toda una victoria para los protestantes.

Llegados a este punto, se plantean algunas cuestiones: ¿Quién fue el anónimo remitente de la carta? ¿Qué papel tuvo realmente Lord Monteagle en la conspiración? Si el comercio de la pólvora estaba monopolizado por el Estado, ¿cómo los conspiradores pudieron comprar tan ingente cantidad y transportarla hasta el Parlamento pasando desapercibidos? Por último, ¿cómo se las ingeniaron para alquilar la bodega cuando su adscripción católica era conocida por todos?

Preguntas difícilmente contestables pues los documentos disponibles no son clarificadores al respecto. Parece existir cierto consenso en que Lord Monteagle habría sido advertido por Francis Tresham, conocedor éste de los planes de su cuñado para aquél dia, y que lógicamente no habría dudado en hacer todo lo necesario para proteger su vida. Francis, igualmente detenido y llevado a la Torre de Londres, evitó la muerte del traidor al ser envenenado allí mismo, pese a la “férrea vigilancia” a la que los prisioneros estaban sometidos, quizás en “pago” por el servicio prestado al haber enviado la carta con el aviso. Se desconoce realmente qué grado de implicación en su muerte pudieron Cecil y Monteagle tener.

En cuanto a la forma de proceder de Lord Monteagle, ¿por qué entregó la misiva al ministro Cecil? Como hemos expuesto más arriba, Monteagle, católico por convicción, ya había estado implicado en el intento de destronar a Isabel I.

Aún en el caso de que desconociera su participación desde un primer momento, ¿por qué no intentó salvar a su cuñado, con quien consciente o inconscientemente estaba en deuda? ¿Tuvo miedo? ¿Sabía que los hombres del rey ya eran conocedores de la trama? ¿Pensó que ese tercer intento fracasaría estrepitosamente? Quizás nunca descubramos la razón que le indujo a no hacerlo. En mi opinión, a Lord Monteagle se le ofreció la posibilidad de lavar su nombre y su reputación, dados sus antecedentes, en una trama magníficamente perpetrada desde dentro, producto de la mente maestra de Robert Cecil, que odiaba a los católicos y les consideraba una amenaza.

Sea como fuere, Lord Monteagle salió fortalecido. Jacobo le gratificó con una renta vitalicia de 500 libras anuales más la tenencia de unas tierras que le producirían otras 200 libras al año, patrimonio que invertiría en la Compañía de las Indias Orientales, entre otras.

GUY FAWKES, LA LEYENDA

Guy Fawkes
                                     La Noche de las Hogueras

Fawkes se convirtió en la encarnación del catolicismo radical, y su leyenda creció y creció. El arraigo de su recuerdo se hizo tal que, a partir del siglo XIX y desde entonces, su efigie preside los fuegos nocturnos que cada 5 de Noviembre se encienden en Inglaterra para recordar el fracaso de “La Conspiración de la Pólvora”. Es la Noche de Guy Fawkes, la Noche de las Hogueras.

Webgrafía e imágenes consultadas:

http://www.historylearningsite.co.uk/james_1.htm

http://en.wikipedia.org

http://www.parliament.uk/

http://theblogoftheenglishlanguage.blogspot.com.es/

http://www.bbc.co.uk/

http://www.nationalarchives.gov.uk/

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