La Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, fue la guerra de las trincheras. Unas construcciones desde las que miles de soldados intentaban ganar terreno al enemigo, avanzando penosamente, metro a metro, y a las que no quedaba más remedio que volver, pese a la insalubridad y a la escasa seguridad que les dispensaban, para reponer fuerzas, recuperarse de las heridas e incluso a morir. Su imagen resume perfectamente y de manera gráfica la crudeza de un conflicto que cambiaría definitivamente la concepción que se tenía de la guerra hasta ese momento. Sigue leyendo La Primera Guerra Mundial y sus Enclaves Estratégicos: La Cueva del Dragón