Varego

Varego.  Del Nórdico antiguo Væringjar, en Griego Βάραγγοι, Βαριάγοι, Varangoi, Variagoi, en Ruso y Ucraniano Варяги, Varyagui/Varyahy, en Árabe varank.

Los varegos, también llamados varangios, varengos o varyágs, eran vikingos que, desde Suecia, recorrieron las vías marítimas y fluviales hacia el Este y Sur, cruzando las tierras de las actuales Bielorrusia, Rusia y Ucrania, entre los siglos IX y X.

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                                                      La Guardia Varega

Consiguieron introducirse en el ámbito bizantino, llegando a formar parte de los soldados que velaban por la seguridad de la Corte del Imperio Romano de Oriente, en la que jugaron un papel fundamental entre los siglos X y XIV. Los varegos, como hemos comentado, eran de origen escandinavo, gente intrépida y guerrera. Fue tal la fidelidad que mostraron hasta la muerte misma en numerosas ocasiones lo que les hizo ganarse una confianza que los propios súbditos bizantinos no disfrutarían.

La Guardia varega se constituye bajo el emperador Basilio II, apodado ‘asesino de búlgaros’, cuando Vladimir I de Kiev le envía en el año 988 un contingente de 6.000 hombres del Norte tras los acuerdos con él alcanzados. Su papel no se circunscribía sólo a la Corte, pues tomaban parte en el campo de batalla, también, si las circunstancias así lo requerían. A finales del siglo XIII, los varegos habían sido étnicamente asimilados por los bizantinos, aunque muchos de sus ciudadanos siguieron identificándose como varegos hasta bien entrado el siglo XIV.

Referencias bibliográficas e imagen:

La Primera Guerra Mundial y sus Enclaves Estratégicos: La Cueva del Dragón

La Gran Guerra
                                                  El día a día en la trinchera

La Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, fue la guerra de las trincheras. Unas construcciones desde las que miles de soldados intentaban ganar terreno al enemigo, avanzando penosamente, metro a metro, y a las que no quedaba más remedio que volver, pese a la insalubridad y a la escasa seguridad que les dispensaban, para reponer fuerzas, recuperarse de las heridas e incluso a morir. Su imagen resume perfectamente y de manera gráfica la crudeza de un conflicto que cambiaría definitivamente la concepción que se tenía de la guerra hasta ese momento.  Sigue leyendo La Primera Guerra Mundial y sus Enclaves Estratégicos: La Cueva del Dragón