Oligantropía

Oligantropía. Del Griego antiguo ὀλίγος,  ‘poco’ y ἄνθρωπος, ‘hombre’.

                Polibio (200 – 118 a.C.)

Oligantropía es el vocablo que el historiador Polibio emplearía para referirse a la crisis demográfica que afectaba a los varones en la Hélade.

Los hombres eran cada vez más escasos en número, como consecuencia de las guerras incesantes y de la corrupción de las costumbres sociales, que habían desembocado en abortos e infanticidios, al tiempo que a los esclavos se les imponía una limitación en el número de hijos que podían engendrar. Con el término ‘oligantropía’ nos referimos, pues, a la disminución en el número de nacimientos y a la restricción de la natalidad.

Polibio es autor, entre otras, de “Historiae“, una ambiciosa obra que abarcó cuarenta volúmenes, de los que sólo cinco de ellos han llegado hasta nuestros días.

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Bibliografía:

Ordalía

Ordalía.  Procedente del bajo Latín, el Diccionario de Real Academia Española define ordalía como una prueba ritual que se empleaba en la Europa del Medievo y en ciertas sociedades a fin de averiguar la inocencia o la culpabilidad de un acusado.

Ordalía
                                                   Fuego y Brasas

Una de las ordalías más conocidas es el llamado Juicio de Dios, por la cual el denunciado era sometido a pruebas relacionadas bien con el fuego – sujetar hierros candentes o caminar sobre brasas con los pies descalzos -, bien con el agua – sufriendo inmersiones prolongadas.

Ordalía
                                    “The Ducking Stool”, C. S. Reinhart

Sin embargo, el origen de la ordalía se remonta al II Milenio a.C. En la cultura babilónica, durante la III Dinastía (1570 – 1157 a.C.), la de los Casitas, tribus de montañeses procedentes de los Montes Zagros, en el Irán actual, el culto al dios Éufrates consideraba determinante el resultado de la ordalía, “la prueba del agua”, por la que los acusados eran arrojados a las aguas del río. La divinidad hablaba a través de las mismas: los inocentes, sobrevivían, los culpables, ahogados perecían. Así se atestigua en el Código de Hammurabi, un corpus legis o compendio jurídico desarrollado en Mesopotamia, plasmado sobre una estela de piedra mediante escritura cuneiforme, que se conserva en el Museo del Louvre, en París.

Ordalía
                                         Código de Hammurabi

 

Bibliografía y webgrafía:

  • VAZQUEZ HOYS, Ana María “Historia del Mundo Antiguo (Próximo Oriente y Egipto)”, Editorial Sanz y Torres, Madrid 2007 (p. 126)
  • dle.rae.es
  • en.wikipedia.org/Ordeal

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Ostara

Ostara. Ēostre u Ostara, del Inglés Arcáico Ēastre [æːɑstre]; Ēostre [eːostre], del dialecto hablado en la región de Northumbria, reino que ocupaba el Norte de Inglaterra y el Sureste de Escocia; del Alemán Arcáico Ôstara.

Ostara es el nombre con el que se conocía a una diosa germánica que simbolizaba la Fiesta de la Primavera, Ēosturmōnaþ la llamaron en Northumbria, en Sajonia Occidental, Ēastermōnaþ, en Germania, Ôstarmânoth.

Ostara
                      “Ostara”, Johannes Gehrts (1884)

La única referencia atestiguada sobre Ēostre es la que aparece en la obra “De Temporum Ratione”, “El Cálculo del Tiempo”, escrita en el siglo VIII d.C. por el monje benedictino Beda el Venerable, teólogo e historiador anglosajón, quien afirmaba que durante Ēosturmōnaþ, nuestro mes de Abril, las tribus paganas anglosajonas celebraban festines en honor de Ēostre, una tradición que se perdería con el paso del tiempo y que la Pascua de Resurrección cristiana vendría a reemplazar. Ēostre se transformaría en Easter, vocablo inglés con el que se designa a la Pascua.

Ostara
                                 Beda el Venerable

En el siglo XIX, Jacob Ludwig Grimm (1785 – 1863), historiador, lingüista y escritor alemán, uno de los pensadores más destacados del Romanticismo alemán, retoma Ostara en sus trabajos sobre las tradiciones y el folclore alemanes.

Ostara
              Jacob Ludwig Grimm (1785 – 1863)

 

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Oxímoron

Oxímoron. Del Griego ὀξύμωρον oxýmōron, oxímoron es un vocablo, tanto singular como plural, con el que referirse a dos términos o expresiones de opuesto significado y que se aúnan para dar origen a un nuevo concepto.

La Enciclopedia Espasa lo considera una figura sarcástica nacida de un absurdo o de una aparente contradicción. “Sol negro”, “instante eterno”, “silencio atronador”, son ejemplos de oxímoron.

                                         Cartel de la obra de teatro Oxímoron

Entre los oxímoron empleados por personajes relevantes encontramos:

  • “Festina lente”, “apresúrate lentamente”

César Augusto, Emperador

  • “El amor es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente…”

Francisco de Quevedo

  • Placeres espantosos y dulzuras horrendas” 

Charles Baudelaire

  • “En la figura que se llama oxímoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla; así, los gnósticos hablaron de una luz oscura; los alquimistas, de un sol negro

Jorge Luis Borges

 

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