Gigantes Ancestrales de la Península Ibérica: Los Moros Mitológicos

Para empezar esta nueva temporada de publicaciones, os traemos hoy un trabajo muy interesante que firma nuestro amigo Daniel Salmador Hernández.

Daniel es miembro del grupo Keltika Hispanna, cuyas canciones han formado parte, en alguna ocasión, de Ecos de Paisajes Sonoros, la lista de reproducción del blog. Apasionado por el Folclore y la Etnografía españolas, es uno de los fundadores de la asociación Raíz Ibérica, cuyas actividades están centradas en la recuperación, divulgación y preservación del rico patrimonio cultural de la Península Ibérica.

En “Las Moras y Moros Mitológicos”, Daniel se vale de la Toponimia para hacer un seguimiento de la presencia de estos personajes de leyenda a lo largo y ancho de la Piel de Toro, al tiempo que contrasta todas esas historias con tradiciones culturales posteriores. Los moros de los que aquí se habla nada tienen que ver con los habitantes del Magreb, como muchos podrían pensar a primera vista. Hemos de decir, también, que el término “moro” no tiene en sí mismo una acepción peyorativa, pues “moro” deriva del latín “mauri”, palabra que designaba a los habitantes de la Mauritana Tingitana, la provincia romana constituida en el Norte de África, tal y como Estrabón relata.

Por último, y a fin de facilitar su lectura, hemos tirado de diccionario para elaborar un glosario de términos que sigue su orden de aparición en el artículo. Esperando que éste sea de vuestro agrado, os dejamos ya con “Las Moras y los Moros Mitológicos”.

 

Glosario de términos:

  • Hilandera: Persona que tiene por oficio hilar. Lugar donde se hila
  • Sincretismo: Combinación de distintas teorías, actitudes u opiniones. Sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes. Expresión en una sola forma de dos o más elementos lingüísticos diferentes
  • Cuélebre: Dragón fabuloso de la mitología asturiana
  • Castro: Poblado fortificado celta, por lo general prerromano, aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media en Europa. Propios de finales de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro, son muy comunes en la Península Ibérica, sobre todo en el noroeste, con la cultura castreña, y en la Meseta, con la cultura de las cogotas. El término castro proviene del latín “castrum”, que significa “fortificación militar”. LLamado también “oppidum” (en plural, “oppida”) cuando son de gran tamaño
  • Megalito: Monumento prehistórico construido con grandes piedras sin labrar
  • Petroglifo: Figura hecha por incisión en roca realizada por pueblos prehistóricos
  • Libación: Acción de derramar vino u otro licor en honor de alguna divinidad. Entre los antiguos paganos, ceremonia religiosa que consistía en derramar vino u otro licor en honor de los dioses
  • Rueca: Instrumento que sirve para hilar y que se compone de una vara delgada con un rocadero hacia la extremidad superior
  • Fusa: Ver “huso”
  • Soliforme: Manifestación de Arte Prehistórico Esquemático que representa al Sol resplandeciente
  • Dolmen: Monumento megalítico compuesto de una o más lajas colocadas de plano sobre dos o más piedras verticales
  • Talayot: Monumento megalítico de las Islas Baleares semejante a una torre de poca altura
  • Taula: Monumento megalítico frecuente en Menorca, constituido por una piedra colocada verticalmente en el suelo que soporta otra plana horizontal, a modo de mesa
  • Menhir: Monumento megalítico que consiste en una piedra alargada colocada verticalmente en el suelo
  • Espelunca: Cueva, gruta, concavidad tenebrosa
  • Baladre: Adelfa
  • Tragantía: Leyenda del pueblo de Cazorla, en Jaén, sobre la reconquista de la ciudad y que cuenta la historia de una princesa mora encerrada en una cueva próxima al castillo por su padre, el rey, ante avance inexorable de las tropas cristianas. Ordenó tapiar la entrada de la cueva con la intención de rescatarla cuando las tropas cristianas ya se hubieran marchado, pero, éstas alcanzaron al rey y a su séquito, les dieron muerte a todos y ocuparon la población de Cazorla. Según cuenta la leyenda, la princesa, aprisionada en la cavidad, ignorada por todos, según cuenta la leyenda, metamorfoseó en mitad lagarto, mitad mujer a causa de la oscuridad y de la humedad y, desde entonces, permanece en la cueva de la que sólo sale cada noche de San Juan, en la que se puede oír su lamento: “Yo soy la tragantía, hija del rey moro, quien me oiga cantar no verá la luz del día ni la noche de San Juan”
  • Semita: Según la tradición bíblica, descendiente de Sem, uno de los hijos de Noé. Que pertenece a alguno de los pueblos que integran la familia formada por los árabes, los hebreos y otros pueblos
  • Arquetipo: Modelo original y primario en un arte u otra materia. En Psicología, representación que se considera modelo de cualquier manifestación de la realidad; imagen esquema congénito con valor simbólico que forma parte del inconsciente colectivo. En Religión, tipo soberano y eterno que sirve de ejemplar y modelo al entendimiento y a la voluntad humanos.
  • Huso: Instrumento manual, generalmente de madera, de forma redondeada, más largo que grueso, que va adelgazándose desde el medio hacia las dos puntas y sirve para hilar torciendo la hebra y devanando en él lo hilado. También, instrumento, algo más grueso y más largo que el huso de hilar, que sirve para unir y retorcer dos o más hilos. Además, instrumento de hierro, como de medio metro de largo y del grueso de un bellote, que tiene en la parte inferior una cabezuela, también de hierro, para que haga contrapeso a la mano, y sirve para devanar la seda. En Heráldica, losange largo y estrecho. En Tecnología, cilindro de un torno
  • Tríada: Conjunto de tres seres o de tres objetos estrecha o especialmente vinculados entre sí
  • Homofonía: En Lingüística, cualidad de homófono. En Música, conjunto de voces que cantan al unísono, o de sonidos simultáneos.
  • Toponimia: Conjunto de los nombres propios de un lugar, país o región. Rama de la Onomástica que estudia el origen de los nombres propios de lugar, así como el significado de sus étimos
  • Ciclópeo: Perteneciente o relativo a los cíclopes. Dicho de ciertas construcciones antiquísimas que se distinguen por el enorme tamaño de sus piedras, unidas por lo común sin argamasa. Gigantesco. Excesivo o muy sobresaliente
  • Etnológico: Perteneciente o relativo a la Etnología, la ciencia que estudia comparativamente los orígenes y expresiones de la cultura de los pueblos, a partir de los datos proporcionados por la Etnografía. Ésta estudia, de manera descriptiva, la cultura popular.
  • Feérico: Perteneciente o relativo a las hadas

Referencias bibliográficas consultadas para el glosario:

Imagen extraída de:

Hesperia

Hesperia. Del Latín Hesperĭus, y éste, del Griego ῾Εσπέριος, Hespérios.

Hesperia es uno de los nombres por los que se conoció a la Península Ibérica, más bien, a una parte de ella, antes que por el latinizado Hispania, al encontrarse aquélla al Oeste del mundo que los griegos conocían, en el Extremo Occidente.

Hesperia
                      Venus orbitando

Hesperia hace referencia al planeta Venus, que ellos llamaban Héspero o Véspero, que podía ser observado en dirección Oeste y durante la puesta de Sol si las condiciones meteorológicas eran propicias. Como Hesperia, bautizaron, también, a la Península Itálica.

Hesperia
                Desplazamiento de Venus sobre la vertical de la Península Ibérica

Iberia, Hesperia, Hispania, términos todos que son prueba de la gran importancia, geoestratégica, sociocultural y comercial de la Península Ibérica en el Mundo Antiguo.

 

Referencias bibliográficas e imágenes:

 

Íbero

Íbero. Del Latín Ibērus, y éste del Griego Ιβηρ, Ιβηρος, Íbēr, Íbēros.

Íbero significa natural de Iberia, individuo perteneciente a alguno de los pueblos que se habían establecido en la Península Ibérica con anterioridad a la llegada de los primeros colonizadores griegos y fenicios. Pueblos que la ocuparon casi en su totalidad, desde la Bahía de Cádiz hasta el Mediodía de la Francia que hoy conocemos, con gran presencia en el Levante peninsular. La sociedad íbera se conformará durante un largo proceso que se inicia en el siglo VIII a.C. y que culminará en torno al año 500 a.C.

Ibero
                       Recreación de la policromía de la Dama de Elche

Dada la imprecisión de la de Heródoto sobre la visita de Kolaiss de Samos a la Península Ibérica, la primera cita fiable es la de Avieno, quien empleará el término iberi para referirse a las tribus indígenas que dominaban la zona del Ebro (para los griegos, Iber, para los romanos, Hiberus), que otros autores como Pomponio Mela, Erastótenes o Estrabón citarán en sus escritos, también.

Los íberos o libioibéricos, como algunos especialistas los denominan, llegaron a ocupar zonas del Norte de África, y se constituyeron en el grupo racial más importante de la Península, lusitanos incluidos, presentando características propias en cada una de las zonas que dominaban. Las dos etnias originales, íberos y celtas, no dieron lugar al pueblo celtíbero, como reza la tradición. Era éste un pueblo autónomo, con su propia identidad, cuyos límites territorriales rebasaban ampliamente los del Ebro, tal y como los romanos constataron a su llegada a la Península a finales del siglo III a.C. y refieren los autores clásicos. Su influencia creciente, unida a la de los colonizadores grecofenicios, sentará las bases de la futura cultura hispánica.

Como lengua prerromana, el Íbero era el idioma que se hablaba en la Península hasta el siglo I d.C. Su adscripción resulta todavía desconocida. Por íbero entendemos, también, todo aquello relativo o perteneciente a la cultura del mismo nombre.

Para saber más de los íberos la bibliografía es muy abundante. Pero si nos permitís la recomendación, os proponemos la obra que en este enlace podéis descargar gratuitamente, titulada “Íberos: Sociedades y Territorios del Occidente Mediterráneo”, de Susana González Reyero, publicado por la prestigiosa editorial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC.

 

Referencias bibliográficas:

  • Diccionario Enciclopédico Espasa, vol. 17, Editorial Espasa – Calpe, Madrid 1992

Imagen:

 

Hijos del Rayo: Los Barca y el Dominio Cartaginés en Hispania. Recensión de la Obra

Introducción

La obra cuya recensión nos ocupa, que lleva por título Hijos del Rayo. Los Barca y el Dominio Cartaginés en Hispania es un estudio detallado de esa Hispania prerromana tan apasionante como desconocida, no sólo para el gran público, sino, incluso, hasta para la Historiografía misma, que durante muchísimos llegó a obviar una etapa determinante en la evolución de esa futura romanización que, más tarde o más temprano, alcanzaría todos los rincones de la Península Ibérica y que, a buen seguro, habría seguido un itinere muy diferente sin aquellos precedentes.

Si se me permite, considero interesante hacer una pequeña reseña biográfica de su autor, antes de introducirnos de lleno en el tema motivo de este trabajo.

Manuel Bendala Galán, natural de Cádiz, es Catedrático de Arqueología en la Universidad Autónoma de Madrid. En su Facultad de Filosofía y Letras ocupó el cargo de Decano, desde Marzo de 1992 hasta Febrero de 1995. En sus últimos años en activo, previos a su jubilación en el año 2010, el Profesor Bendala Galán fue responsable creativo y director del Máster en Arqueología y Patrimonio durante tres años. Como docente e investigador, Don Manuel ha recibido numerosos títulos y distinciones, entre los que destacan los siguientes:

  • Miembro del Instituto Arqueológico Alemán, desde 1978
  • Académico de la Academia Sevillana de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, desde 1979
  • Académico de número de la Real Academia de Doctores desde 2003
  • Patrono del Museo Arqueológico Nacional, y miembro, durante tres años, de su Comisión Permanente
  • Patrono de la Fundación Pastor de Estudios Clásicos
  • Patrono de la Fundación de Estudios Romanos
  • Doctor Honoris Causa por la Universidad de Huelva en 2014

De su amplia bibliografía podemos destacar estos otros trabajos del autor de “Los Hijos del Rayo”:

Pasemos, pues, tras este breve apunte biográfico, a la recensión de la obra.

Recensión

  • Sinopsis

Tomando como referencia los  textos de numerosos autores de las fuentes clásicas romanas, las únicas que se conservan, el Profesor Bendala Galán nos describe el escenario peninsular previo a la llegada del Imperio Bárquida, su desembarco en nuestra costa mediterránea y cómo, gracias a su implantación plena, Hispania va a ir evolucionando hasta convertirse en una potencia mediterránea que haría tambalear los cimientos de la todopoderosa Roma.

  • Contenido de la obra y cuestiones destacadas

A lo largo de sus 376 páginas, Hijos del Rayo. Los Barca y el Dominio Cartaginés en Hispania se articula en seis bloques o capítulos, cada uno de ellos convenientemente reseñado con numerosas anotaciones a pie de página. Los recursos gráficos y visuales, en forma de mapas y fotografías son, igualmente, abundantes, y el autor ha consultado una extensísima bibliografía que se nos ofrece en sus páginas finales.

El capítulo I, como su propio título indica, nos ofrece un sesgo historiográfico del pueblo púnico que, lamentablemente, se ha mantenido a lo largo de los siglos de nuestra historia y que lo presentaba como una auténtica epidemia a la altura de aquella Peste que asolaría la Europa Medieval.

El siguiente capítulo, el II, corresponde a la crónica política y militar. Se describe los enfrentamientos entre ambas potencias, Cartago y Roma, Roma y Cartago, que se enzarzaron en las famosas Guerras Púnicas, haciendo de Hispania y del Mediterráneo un auténtico tablero de ajedrez. Conoceremos a sus personajes, Amílcar, sus hijos, Asdrúbal, Aníbal, Magón, los leones que buscarán la ruina de Roma. Enfrente, Publio Cornelio Escipión, dos concepciones distintas nacidas de una misma formación, la helenística, de impronta sin igual. En el trasfondo, las cuestiones territoriales, Cerdeña, Sicilia, Sagunto, todo un Casus Belli para una contienda de proporciones épicas y que, a día de hoy, se sigue estudiando con profusión en las academias militares más prestigiosas del mundo.

En el capítulo III, el Profesor Bendala nos hace una descripción del escenario hispano peninsular antes de la llegada de los Barca, planteándose la pregunta de los posibles vínculos entre Cartago e Hispania en fechas anteriores al desembarco cartaginés. Cartago fue fundada por navegantes fenicios, de Tiro, un pueblo tan viajero como comerciante. Imbuidos de ese mismo espíritu, las incursiones cartaginesas por todo el Mediterráneo fueron numerosas, Ibiza, Cerdeña, Sicilia, antes de que los Barca pusieran sus pies en la Península Ibérica, que ya contaba con numerosas colonias, fenicias y griegas, y con una presencia púnica y norteafricana nada desdeñable. Los Barca refundarían algunos de esos emplazamientos, en un proceso de expansión en el que el papel de Ibusim, Ibiza, resulta fundamental considerar y revisar.

Los Barca tenían en mente un gran proyecto político para Hispania, que no era otro que el de convertirla en una potencia independiente de Cartago y de subyugar a Roma en la pugna por el control del Mediterráneo, tal y como se describe en el capítulo IV. Como hemos apuntado, refundaron antiguos enclaves y levantaron otros nuevos, siguiendo una política de tinte helenístico, tal era la admiración que profesaba por Alejandro el Grande. Los Barca se sentían reyes hispanos, llegando a desposarse con princesas autóctonas, caso de Imilce, que casará con Aníbal. La identificación de Aníbal con el pueblo y la admiración que éste sentía por su rey, no tiene parangón, incluso en las peores circunstancias lucharon por él hasta la muerte, asimilando e interiorizando profundamente el concepto de fides, de devotio, una admiración de tinte cuasi divino, que la producción monetal y las necrópolis se encargaron de atestiguar. La ingeniería militar convertía casi en imbatibles a las tropas cartaginesas, en las que tanto los guerreros hispanos como los elefantes se emplazaban en la vanguardia de sus ejércitos.

Es el capítulo V el de las fundaciones y refundaciones, y de los problemas que plantean, de ubicación, básicamente, como ocurre con Ákra Leuké, que podría corresponder a Carmo, actual Carmona, en Sevilla, como posible refuerzo de la Baja Andalucía. La importancia estratégica de Qart Hadasht, bastión natural, sin parangón en toda Hispania, ciudad tocada por los dioses, a los que se veneraba en los diferentes templos erigidos sobre sus colinas.

Y de la organización territorial bárquida, dividida en tres áreas de influencia, Baja y Alta Andalucía y Levante, sabiendo sacar estos reyes púnicos partido de todos los recursos naturales, agropecuarios, pesqueros, metalúrgicos, comerciando con ellos, y aprovechando las nuevas vías de comunicación que los ríos navegables, como el Guadalquivir, les ofrecían. Sus torres de vigilancia mantenían el control de las fronteras, haciendo uso del fuego para advertir de los peligros inmediatos.

Se presta especial atención a la producción monetal, pues es la Numismática, junto con la Epigrafía, un recurso arqueológico fundamental.

Finalmente, en el capítulo VI y último de la obra, Bendala Galán desmitifica lo que se ha venido en llamar “romanización”, un proceso que ha sido, a menudo, presentado como abrupto y traumático, cuando la realidad es bien distinta. La transición entre la Hispania Púnica y la Hispania Romana discurrió de forma gradual y bajo políticas de continuidad y de asimilación del sustrato político, económico y social precedente, y no de su aniquilación. La cultura púnica sobrevivirá bajo la denominación “neopúnica” hasta el siglo IV d.C., en Numidia y en Hipona, como atestigua San Agustín en sus crónicas.

  • Aportaciones novedosas y crítica personal

Con independencia de la época en que se pretenda profundizar, se ha convertido la Arqueología en una actividad auténticamente multidisciplinar, que se nutre de diferentes especialidades y que se ve permanentemente socorrida por los avances tecnológicos, fundamentalmente electrónicos e informáticos, haciendo posible la reconstrucción de episodios históricos cuando no disponemos de fuente alguna, o es ésta parcial o incompleta. Episodios como los que en este libro se reconstruyen. El Profesor Belande pone en contraste las informaciones, algunas de ellas, vividas en persona, por los grandes historiadores latinos, Polibio, Tito Livio, Diodoro Sículo, con los recursos aportados por la Numismática, la Epigrafía, la Geografía y la Geología, la Biología, ciencias, todas, auxiliares de la Arqueología. Reforzadas, como hemos apuntado, con recursos tecnológicos.

El  autor se sirve de su acervo y de las investigaciones más recientes para ofrecernos una reconstrucción histórica que, como él mismo reconoce, habría resultado del todo imposible hasta hace, solamente, treinta años. Y ello implica haber revisado una historiografía inmovilista, anclada en el pasado y que ha dado por válida una tesis que este trabajo ha demostrado como del todo desacertada. Una actitud tan arriesgada como valiente.

En mi opinión, la gran aportación, entre otras, de Hijos del Rayo. Los Barca y el Dominio Cartaginés en Hispania” es la de romper con un estereotipo de siglos para presentar a los príncipes bárquidas como verdaderos hombres de Estado. Líderes, más allá de las estrategias militares, formados en la cultura helena y con un referente común como es Alejandro el Grande. Se insiste en este extremo a lo largo de todas sus páginas, y a buen seguro que Don Manuel se habrá preguntado en más de una ocasión, como hace un servidor en este mismo momento, que habría sido de Hispania si los derroteros de sus gobernantes no se hubiesen regido por esa concepción helenística tan arraigada en la mente de los Barca.

Siendo como es una obra de divulgación, su lectura se hace amena, gracias a una prosa fluida, que consigue que parezca que estamos sumergidos, más bien, en una novela de corte histórico antes que en un trabajo de investigación. Y contando con algunos pasajes que a los profanos en la materia pueden resultar farragosos y repetitivos.

Trabajo de Grado correspondiente a la asignatura “Historia Antigua de la Península Ibérica I”, Universidad Nacional de Educación a Distancia, en el presente Curso 2016-17.

  • Imágenes:

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Fundación Juan March

Los Fastos Romanos de Otoño: October Equus, El Caballo de Octubre

October Equus
Dios Marte y caballo embridado. Cosa, Etruria, 273-250 a. C.

El salto de cazadores a recolectores que los humanos protagonizamos durante el Neolítico trajo consigo la estabulación del ganado y la domesticación de ciertas especies, que se emplearon no sólo como fuente de alimento, sino también como valiosos ayudantes en las tareas de carga, arrastre y transporte.

En ese sentido, un animal como el caballo ha acompañado al hombre durante toda su historia, y se ha mostrado como un elemento fundamental en la expansión de pueblos e imperios a lo largo del tiempo. Pero, tal y como descubriremos a continuación, el noble cuadrúpedo estaba igualmente sometido a prácticas de sacrificio ritual.  Sigue leyendo Los Fastos Romanos de Otoño: October Equus, El Caballo de Octubre

El Osario de la Abadía Cisterciense de Sedlec

Osario de Sedlec                            

Kutná Hora, un nombre que a voz de pronto no sabríamos con qué identificar, define a una ciudad de origen medieval situada en el corazón de la República Checa y que la UNESCO incluyó en su Lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad en 1995. Se la conoce cariñosamente como “Ciudad de plata” o “Caja del tesoro del país”, porque gracias a que ese preciado metal venía siendo extraído de sus minas desde el siglo X, el entonces Reino de Bohemia [1] vivió un espectacular desarrollo. La mayor parte de la producción se destinaba a nutrir las cecas, para acuñar moneda. Desde la Casa de la Moneda y desde la llamada Corte Italiana (el rey de Bohemia, Venceslao II, mandó llevar a la corte a expertos florentinos) se acometió una reforma monetaria.  Sigue leyendo El Osario de la Abadía Cisterciense de Sedlec

Bajo un Manto de Ceniza: Pompeya, la Ciudad Sepultada por el Volcán

Pompeya
                                                      Vista aérea de la ciudad

Retrocedemos hoy hasta el año 79 de nuestra Era, al día 24 de Agosto, cuando la muerte se cernió sobre Pompeya y las poblaciones cercanas. La erupción del volcán Vesubio, como parte de una Naturaleza que creemos dominar y para quien no somos más que títeres inconscientes de sus propias limitaciones, sesgó casi de un plumazo la vida de sus habitantes. La emblemática ciudad fue sepultada por la lava y la ceniza. Tras un breve repaso de los acontecimientos, os propongo un corto de animación muy interesante, “A Day in Pompeii”, creado por la compañia Zero One Animation, en colaboración con el Museo Victoria, ambos con sede en Australia.  Sigue leyendo Bajo un Manto de Ceniza: Pompeya, la Ciudad Sepultada por el Volcán