Cita del Mes ~ Octubre de 2020 ~

“El mar dará a cada hombre una nueva esperanza, como el dormir le da sueños”

Cristoforo Colombo, Cristóbal Colón

 

Contexto histórico

El Doce de Octubre de 1492, tras una larga y penosa travesía por el Océano Atlántico, las tres carabelas comandadas por el almirante y cartógrafo genovés fondeaban en la isla de Guanahani, que pertenece al archipiélago de las Bahamas y que, en la actualidad, conocemos por San Salvador.

Creyendo haber llegado a las Indias, la hazaña de Colón y de los tripulantes de la Santa María, La Pinta y La Niña marcaría el inicio de la Edad Moderna, la Época de los Descubrimientos, y sentaría las bases de un Imperio, el español, donde el Sol nunca se ponía. Pero implicó mucho más: el Descubrimiento de América devino en lo que conocemos por Hispanidad, una auténtica globalización, tal y como muchos expertos consideran. Un inmenso legado que permanecerá siempre, pese a los intentos de ciertos lobbies de defenestrarlo.

Cinco siglos después, cuando hablamos de la conquista espacial, los que en ella están inmersos se refieren al Descubrimiento de América para intentar explicar sus motivaciones. En ese sentido, el espíritu de aventura, de alcanzar nuevas fronteras, de llevar a la Humanidad un paso más allá, no ha cambiado, sigue siendo el mismo, sea atravesando el frío y vasto océano o las profundidades del espacio exterior.

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Internet y la Tercera Revolución Industrial

DIA DE INTERNET 2020
                                                             World Wide Web

En 1989, el común de los mortales no teníamos ni la más remota idea de qué era Internet. El término era desconocido para la mayoría de nosotros, con la excepción, quizás, de aquellos aficionados a MS Dos – ese sistema operativo tan incipiente a cuyo lado el Pleistoceno nos parece moderno – y a los famosos ordenadores Spectrum, unos primeros usuarios informáticos a quienes muchos veían como bichos raros que manejaban lenguajes extraños. Y es que habría de transcurrir toda una década para que el término se popularizara y los ordenadores irrumpieran en nuestras vidas de tal forma que, en el momento en que nos encontramos, no tener acceso a la red de redes desde un ordenador o desde un teléfono móvil nos resulta inconcebible. Tal ha sido su impacto que los expertos consideran que Internet representa la Tercera Revolución Industrial, y ya vislumbran la Cuarta. Esta reflexión viene a cuento del Día Mundial de Internet, que se celebra, tal como hoy, cada 17 de mayo.

DIA DE INTERNET 2020
                                                                    Alan Turing

Como muchos otros grandes inventos que surgieron de la investigación militar y aeroespacial, Internet tiene sus orígenes en plena Guerra Fría entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia, cuando Estados Unidos buscaba desarrollar un sistema que permitiera el acceso inmediato a la información desde cualquier ubicación en caso de un hipotético ataque soviético. Pero los primeros pasos de lo que por Internet conocemos son anteriores a esa época.

Al poco de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, los servicios de inteligencia de las potencias en liza se plantearon la necesidad de desarrollar máquinas que, desde cálculos de probabilidad, descifraran mensajes codificados a velocidades que superaran con creces la capacidad del ser humano. El británico Alan Turing, creador de la máquina que lleva su nombre, conseguiría desencriptar Enigma, el sistema de comunicaciones alemanas, acortando la duración de la contienda y sentando de esta manera las bases de la Computación, fundamento de todo lo que vendría después. No sabremos nunca qué habría opinado el bueno de Groucho Marx si viviera hoy y alguien le recordara en un día como este aquella famosa cita suya en la que afirmó que “inteligencia militar son términos contradictorios”.

DIA DE INTERNET 2020
                                                       Tim Berners – Lee

Si hoy disfrutamos de todas las ventajas de Internet, es gracias a la sagacidad de Tim Berners – Lee, científico británico especializado en Computación y creador de la World Wide Web, con cuyo acrónimo www empiezan todas las páginas en Internet. En noviembre de 1989, Berners – Lee consiguió la primera comunicación entre un servidor y su cliente mediante un protocolo Hyper Text Transfer Protocol, o http. El camino hasta hoy es de sobra conocido. Internet ha supuesto una revolución en la forma en que nos comunicamos, compramos y conseguimos información. Ha dado voz a todo aquel que tenga algo que decir y ha posibilitado la irrupción de nuevos medios de comunicación tan alternativos como independientes que están poniendo en jaque a los considerados tradicionales. Para los creadores de contenido, la red se ha convertido en una herramienta de lo más útil para dar a conocer sus obras de manera exponencial, y eso que sólo un cincuenta y tres por ciento de la población mundial tiene acceso a Internet. Las denominadas redes sociales han sido determinantes en todo ese tráfico ingente de información.

Pero, aunque muchos usuarios no sean conscientes de ello, el espacio de comunicación y de libertad, sobre todo, que Internet representa, está muy amenazado. Como si de una encarnación del Gran Hermano de la novela de George Orwell “1984” se tratara, gobiernos y corporaciones diversas no escatiman esfuerzos en intentar poner puertas al campo. La pandemia sanitaria por coronavirus (covid – 19) que estamos sufriendo ha puesto en evidencia la labor censora y de desinformación que ciertas oficinas de verificación, vasallas del poder de turno, vienen ejerciendo cuando las publicaciones no son favorables a los señores a los que sirven. Y como David contra Goliat, en esa lucha está Tim Berners – Lee, una empresa en la que el padre del invento se ha embarcado con el propósito de devolver Internet a la ciudadanía a través de sus propuestas Contract for the Web, Solid e Inrupt, que se resumen en que el acceso a la libre información es un derecho y que éste no puede comprometer la privacidad de los usuarios. El tiempo nos dirá si lo consigue o no.

Para saber más:

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La Guerra de los Mundos, la Emisión que Aterrorizó a un País

Este 30 de Octubre se cumple el 80 aniversario de la adaptación de la obra de H. G. Wells “La Guerra de los Mundos” (1898) realizada por Orson Welles (1915-1985), un genio de la Radio, el Cine y el Teatro que, través de las ondas, provocó un brote de pánico entre parte de la audiencia que sintonizaba ese dial aquel día, si bien el episodio fue en cierto modo exagerado, dado el seguimiento de un programa que no era precisamente mayoritario. Dejando a un lado la cuestión de las cifras, ya se atisbaba la enorme influencia que, para bien o para mal, los medios de comunicación ostentarían en las décadas siguientes. Repercusión, sí que la tuvo, dadas las airadas críticas que los productores tuvieron que sufrir por parte de la prensa escrita, que pidió la intervención de la Comisión Federal de Comunicación. Al día siguiente, Welles declaró a los periódicos que no pensaron en una reacción de ese calibre. Sin embargo, su prestigio profesional quedó más que afianzado, el inicio de una carrera cinematográfica como director que es parte inseparable de la historia del Séptimo Arte, legándonos títulos inolvidables como “Macbeth”, “Otelo” o “Ciudadano Kane”.

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150 Años del Descubrimiento de la Cueva de Altamira

Sautuola
                                                       Bisonte de Altamira

Con motivo del descubrimiento de la Cueva de Altamira hace ya siglo y medio, en la localidad cántabra de Santilla del Mar, la plataforma Google Arts & Culture, en colaboración con el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, se ha descolgado con la publicación de una exposición digital y de un doodle para conmemorar tan importante aniversario.

Si bien sus descubridores, D. Marcelino Sanz de Sautuola y su hija María, ya la conocían desde 1868, no sería hasta 1875 cuando la niña accedió, por vez primera, a la sala que exhibe las magníficas representaciones que todos conocemos, en las que la pequeña creyó ver bueyes, y así se lo hizo saber a su padre.

Sin embargo, el hallazgo de la Capilla Sixtina del Arte Prehistórico, como ha sido denominada desde entonces, se tornó en un calvario para D. Marcelino, quien tuvo que soportar las críticas y el desprecio de una comunidad científica – francesa, especialmente – que, como en otras tantas ocasiones, en absoluto se hallaba preparada para aceptar una revelación tal. El valor de sus pinturas y el trabajo de D. Marcelino no serían reconocidos hasta muchos años después.

Sautuola
                                 Padre e hija en unas fotografías de la época

Puesto que sólo un reducido número de visitantes al año puede visitar la cavidad original, a fin de evitar su rápido deterioro y garantizar su conservación, para facilitar el acceso masivo del público interesado en conocer esta joya de nuestro patrimonio cultural se construyó la llamada Neocueva, una réplica exacta de la primera. Inagurada en 2001, su contemplación resulta igualmente toda una experiencia, como tuvimos ocasión de comprobar en un viaje por tierras cántabras. Visita que recomendamos encarecidamente a todos aquellos que aún no la conozcan.

 

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Arqueología e Historia de Numancia

Numancia, Arqueología e Historia
                                                  Plano topográfico de Numancia

En este 2018, Año Europeo del Patrimonio Cultural, y habiendo celebrado en 2017 el 2150 Aniversario del Asedio y Caída de Numancia, se acaba de publicar un libro interactivo editado por Jose María Luzón y Mª del Carmen Alonso, con textos a cargo de Alfredo Jimeno Martínez, un trabajo de investigación histórica y arqueológica excelente en cuya confección se ha empleado las técnicas más modernas de prospección de yacimientos.

Numancia, Arqueología e Historia
Representaciones de caballos en cerámicas numantinas, según Wattenberg, 1963

La obra se compone de ocho capítulos, que ponen a la ciudad en su contexto histórico, más un prólogo, un epílogo, y un apéndice. Este último nos ofrece toda información digital con la que se ha trabajado: Georradar, Fotografía 3D, Bases de Datos, así como Bibliografía y Hemeroteca. Con la posibilidad de ser leído directamente tanto en Inglés como en Alemán. Un proyecto, en nuestra opinión, ambicioso y de resultados más que meritorios, que podéis disfrutar en este enlace:

Numancia, Arqueología e Historia

 

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Agradecimientos:

A nuestro amigo y seguidor Javier Martínez, por habérnoslo hecho llegar.

Titanic, un Viaje sin Retorno y el Inicio del Fin de una Epoca

Los hombres más arrogantes son los que generalmente están equivocados, otorgan toda la pasión a sus puntos de vista sin una apropiada reflexión

David Hume, 1711 – 1776, Filósofo e Historiador

Titanic
                                El trasatlántico más grande del mundo

En la línea de recuperar artículos que habíamos elaborado para proyectos anteriores a Los Portadores de la Antorcha y que no habíamos publicado en nuestro portal actual, es turno hoy para una pequeña reflexión en el 106 aniversario del hundimiento del mayor y más lujoso trasatlántico hasta entonces diseñado, un coloso construido en los astilleros que la compañía irlandesa Harland & Wolff regentaba en Belfast, el Titanic, cuyos restos reposan desde entonces en el fondo del Océano Atlántico sin haber podido completar su viaje inagural. El buque era propiedad de la naviera británica White Star Line, fundada en 1870.

Titanic
                                          Hélices de propulsión

La de este navío es una historia tan conocida como recurrente, una historia a la que la hemeroteca apunta como un suceso único y extraordinario, ocurrido entre la noche del 14 y la madrugada del día 15 de Abril de 1912. A principios del siglo XX no se disponía de información periodística en tiempo real, tal y como ahora disfrutamos gracias a las bondades de Internet, pero, por más que rebusquemos y dado el reducido número de horas que bastó para que se consumara el naufragio, todo lo relacionado con la fatídica fecha apunta invariablemente a esta catástrofe, como si el mundo entero se hubiera detenido aquella noche.

Titanic
Logotipo de la compañía propietaria del Titanic

Entre las diez horas y veinticinco minutos, cuando se produjo la colisión con el iceberg, y las dos, dos y media de la madrugada, en que se hundiría para siempre en las gélidas aguas del Atlántico Norte, tal y como mostraron los relojes, sin movimiento ya, de algunos de los fallecidos cuyos cuerpos se pudieron recuperar, mil quinientas tres personas de las dos mil doscientas cinco que se encontraban a bordo perdieron la vida, a unos novecientos kilómetros al Sur de Terranova.

Titanic
                                          Billete de tercera clase

El desastre no fue sino la consecuencia directa de una alocada carrera entre alemanes y británicos. Una rivalidad que, por incomprensible que parezca, no tenía como objetivo primordial la seguridad de las naves, muchos menos la del pasaje, sino el lujo y la ostentación desenfrenados y, sobre todo, el ansia de batir una y otra vez nuevos récords de tiempo en la duración de la travesía desde Europa hasta Nueva York y viceversa. Los medios de salvamento eran a todas luces insuficientes y el diseño del casco, pese a contar con numerosos compartimentos estancos, no contemplaba que más de cuatro de ellos se pudieran anegar. Tal fue la brecha por la violencia del impacto que el agua llegó a inundar seis compartimentos. Y es que no todos los remaches empleados para ensamblar las gigantescas planchas de acero presentaban la misma calidad, muchos de ellos reventaron tras el choque. El trasatlántico estaba condenado y sería sólo cuestión de horas que fuera engullido por el mar.

Titanic
                                           En el centro, el capitán, Edward Smith

Como suele ocurrir en estos casos, hasta que no se produce un número considerable de víctimas mortales, los correspondientes organismos internacionales implicados no se ponen a trabajar. Desde ese momento en adelante, cada proyecto de construcción naval y las medidas de seguridad correspondientes serían analizados meticulosamente. Las potencias marítimas reunidas aprobaron el Convenio de Seguridad de la Vida Humana en el Mar, que fue ratificado en Londres en 1914, justo tras el hundimiento del Titanic. Su cuarta revisión, la de 1974, es la que permanece vigente en la actualidad.

Titanic
                                     Hacia su destino

Desde este enlace, “El Naufragio del Titanic y Sus Enseñanzas”, Revista Vida Marítima, 30 de Mayo de 1912, podéis descargar el ejemplar número 375 de la revista homónima, publicación que se encuentra en los archivos de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España, en el que se analiza, de manera muy acertada, las causas de la catástrofe, se ofrece, entre otras informaciones, el testimonio del ayudante de telegrafía de la nave, y se extrae, finalmente, una serie de conclusiones que demuestran que el desastre se habría evitado de haber empleado un poco más de sentido común, y no sólo la legislación de la época en materia de Arquitectura e Ingeniería Navales.

En nuestra opinión, el naufragio del Titanic no sólo supuso cuantiosas pérdidas humanas y materiales, más por arrogancia que por exceso de confianza, incluso, sino que marcó, de manera tan trágica como visual, el principio del fin de un Imperio, el Británico, que tras cien años de predominio en el mundo – entre 1815 y 1914 – empezaría a desmoronarse en las décadas posteriores por el proceso de  descolonización, al tiempo que tan solo tres meses después de su hundimiento Europa se desangraba ya en una larga y cruenta Primera Guerra Mundial.

 

Galería de Imágenes:

Archivo Fotográfico del Daily Mirror

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Wikipedia en Español

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Goya y los Levantamientos de Mayo de 1808

Goya y el Dos de Mayo
    El Levantamiento del Dos de Mayo en Madrid o La Lucha con los Mamelucos

Dos de las mejores obras de Francisco de Goya y Lucientes, “El Levantamiento del Dos de Mayo de 1808“, y “Los Fusilamientos del Tres de Mayo de 1808“, comparten una misma temática, la de la insurrección de un pueblo, el español, subyugado por un monarca despótico, primeramente, por el invasor francés, más tarde, y las consecuencias más inmediatas que resultarían de todo ello.

Pintadas en 1814, en un intento, quizás, de congraciarse con Fernando VII, ambas obras ilustran el inicio y la deriva de la primera guerra fallida de todas en las que Napoleón Bonaparte se embarcaría por razón de sus ansias expansionistas.

Aquel Dos de Mayo, los habitantes de Madrid tomaron las calles de la ciudad. Pertrechados con estacas y cuchillos, se enfrentaron a las tropas invasoras, a su artillería y a la caballería mameluca de Joachim Murat, noble y militar francés, cuñado de Napoleón, bajo las que caerían masacrados en la misma Puerta del Sol. De madrugada, en las primeras horas del Día Tres, el pelotón de fusilamiento apostado en la montaña de Príncipe Pío completaría la matanza.

En “El Levantamiento del Dos de Mayo de 1808”, Goya procedió a localizar los acontecimientos con el máximo esmero. Es a los pies del edificio de Correos donde transcurre la acción, donde el espectador se convierte en “testigo ocular” de la matanza. En “Los Fusilamientos del Tres de Mayo de 1808”, el maestro pone de manifiesto, de manera eficaz, las contradicciones de la ideología de Bonaparte.

La exposición que hace de las ejecuciones ordenadas por Murat es la otra cara de la moneda de la iconografía davidiana, la brutal y triste realidad que el lustre imperial pretendería difuminar. Y es que, como si de un historiador de la perversidad se tratara, J.L. David dedicaría su obra a la exaltación y a la promoción del poder del Estado Revolucionario Francés. El empeño mostrado por David en poner su talento al servicio del Imperio y la glorificación de una figura, la de Napoleón, que había cernido la guerra sobre Europa, le granjearían no pocas críticas.

Goya y el Tres de Mayo
                                    Los Fusilamientos del Tres de Mayo en Madrid

En “Los Fusilamientos del Tres de Mayo de 1808”, el pintor español logra un ejercicio de composición que resulta tan magistral como dramático. Vemos a los ejecutores dispuestos de perfil, de manera casi anónima, sin mostrar la fisonomía de sus rostros. Frente a ellos, los ajusticiados, que conforman tres grupos. Los que ya han sido fusilados, que yacen inermes sobre charcos de sangre. Los que están a punto de serlo, que representan el grupo más emotivo, realzado por el uso que el maestro Goya hace, sobre todo, de la luz y de la disposición de los personajes. Al fondo, una larga hilera de prisioneros, que espera su turno para enfrentarse indefectiblemente a la muerte, que allí mismo les aguarda.

Y es que la mayor muestra de la resistencia española se produjo a nivel local, por parte del clero y del campesinado. Si bien las Juntas intentarían organizar a los rebeldes, fueron las guerrillas las encargadas de hostigar a los franceses por toda la Península. Una guerra desigual, que acercaría al maestro a la figura de cronista, de reportero de guerra, como decimos ahora, más que a la de historiador. Una guerra que él retrataría, de manera exhaustiva, en la colección de aguafuertes denominada “Los Desastres de la Guerra“, compuesta por tres grupos principales.

Goya, Los Desastres de la Guerra
                                             Desastre Número 44, “Yo, lo vi”

Los dos primeros grupos pertenecen a época napoleónica, con la guerra y la hambruna como protagonistas. El tercero se recrea en el anticlericalismo de los “capuchos“, y pertenece al periodo de la Restauración reaccionaria.

La posición del testigo que contempla tales grabados ha dado lugar a dos interpretaciones contrapuestas. La primera de ellas se fundamenta en lo que Goya había escrito al pie del Desastre número 44, “Yo, lo vi” para asegurar que él mismo lo había visto, lo que le habría permitido elaborar todo un imaginario de la guerra.

La segunda interpretación sostiene que Goya no lo vio, otros instantes del conflicto, si, pero no los que estos grabados nos ofrecen. Para sus partidarios, son la creación personal desde unos acontecimientos que Don Francisco habría tomado como punto de partida. Un testigo, Goya, tan cerca de lo que realmente ocurrió como tan lejos, tan discutible como exento de toda sombra de duda.

Goya y los Levantamientos de Mayo de 1808
          Francisco de Goya y Lucientes (1746 – 1828)

Bibliografía:

Este artículo se ha elaborado a partir de los propios apuntes de su autor, extraídos del epígrafe “En el Primer Imaginario de la Guerra”, perteneciente al capítulo primero de la obra “Los Discursos del Arte Contemporáneo”, de Yayo Aznar Almazán, Miguel Ángel García Hernández y Constanza Nieto Yusta, Editorial Ramón Areces, Madrid 2011   

Once de Marzo de 2004

Cyrille Martin foto por Irene Ortega
                                           Cyrille Martin en una foto de Irene Ortega

Se cumple hoy trece años de los atentados que aquél fatídico día se llevaron por delante la vida de 192 personas y que dejarían más de 1.800 heridos y mutilados, física y psicológicamente. El Once de Marzo de 2004 marcaría un antes y un después en la historia más reciente de nuestro país, de la que ya forman, tristemente, parte. Tras todo este tiempo y más allá de la verdad “oficial”, se sigue manteniendo un interés más que manifiesto en pasar página y en entorpecer todo intento de esclarecer unos hechos de los que prácticamente nada sabemos.  Sigue leyendo Once de Marzo de 2004

Doce de Octubre: Historias Repetidas, Leyendas Revividas

Colón
                                                         Colón llega a las Indias

Como ya viene siendo habitual, la efemérides del Doce de Octubre, Día de la Hispanidad y, por ende, Fiesta Nacional Española, volvió a ser cuestionada por una serie de personajes públicos, la mayoría de ellos perteneciente al mundo de la política o de la farándula, aunque no de forma exclusiva, repitiendo el consabido argumentario y con el supuesto propósito de sacar rédito personal o de llamar la atención.  Sigue leyendo Doce de Octubre: Historias Repetidas, Leyendas Revividas

El Incidente de Chernobyl (II)

Chernobyl
                                                          Zona de exclusión

“Justo al principio, se estimó que, como había zonas demasiado contaminadas, se usarían robots. Concretamente, se envió al tejado de la central un robot alemán muy perfeccionado. Pero no quiso obedecer a causa de una radioactividad que incluso perturbaba a las máquinas. Al final, el robot se dirigió al margen del tejado y se precipitó al vacío. Daba la impresión de que había querido saltar. Fue así cómo se descubrió que ni los robots ni los ordenadores podían hacer nada por nosotros”

IGOR KOSTIN, “Chernobyl: Confesiones de un reportero” 

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